
8. ¿Que revistas en español lee? ¿qué revistas extranjeras recomendaría hoy en día?
No leo revistas españolas desde hace tiempo. Cuando me hablan de algún artículo interesante lo busco por Internet. Yo, en este momento, la realidad la observo con la mínima intermediación posible y sin dejarme contaminar con lo que dicen los periódicos. Afortunadamente, tenemos Internet. Y, afortunadamente, tengo amigos de confianza y colegas en muchas partes del mundo. Hay blogs y foros que son una maravilla. No hay más que buscarlos. El criterio de selección te viene solo. Si has leído, te has formado y has mirado diferentes realidades en el mundo, siempre manteniendo diálogo y debate sereno y sincero con aquella gente que te vas encontrando y que siente un desasosiego parecido al tuyo, ni lo dudes, te nacerá el criterio y sabrás lo que debes leer y lo que no. Lo que te puedes creer y lo que no. Hay que ser valiente y salir al mundo sin miedo a nada, como hizo Ulises en La Odisea.
9. ¿a qué edad empieza el desencanto?
Jamás me he desencantado sino no estaría aquí. Y si no me he desencantado es porque jamás me he vendido.
11. Estimado Jose: ¿Como ves a la Juventud actual?, ¿la ves quizas muy poco comprometida y escasa de valores?
La veo asfixiada. Cuando yo tenía 23 años, un cartero ganaba 40.000 pesetas y alquilar un piso en el centro de cualquier ciudad española costaba 4.000. Cenar en un restaurante, 50 pesetas, lo que equivale a un tercio de euro. Nosotros pudimos viajar porque compartíamos todo y porque el dinero tenía un valor muy diferente al actual, podíamos crear compañías de teatro como Joglars y Els Comediants sin ninguna subvención, desde el estómago, crear Ajoblancos o Stars, irnos de casa para montar comunas... Y todo eso lo hacíamos sin móviles, sin ordenadores, sin tarjetas de crédito, sin bancos y teniendo a la policía y a la censura franquista apuntando contra tí. La juventud actual se ve sometida a una presión delirante: has de ser el más guapo, tener pectorales o tetas, un cuerpo perfecto, el mejor vestido de marca, el móvil última generación, el último juego de la Playstation... Vivimos en la era del yo tras aniquilar la década del nosotros, que fueron los 70. Porque el modelo social de desarrollo económico y prosperidad sólo se basa en cantidad y no en calidad. No sólo hemos destruido el planeta y el equilibrio ecológico, sino que este sistema político-social se ha cargado a la juventud mediante una presión mediática-publicitaria sin precedentes, que ha utilizado todos los recursos del arte para perforarnos el cerebro y el corazón... y ahora acusan a esa juventud de ser irresponsable y no saber construir alternativas a este sistema injusto y cruel.
Despedida
En una ocasión en que pregunté a mi padre medio enfermo qué hacer cuando te enfrentas a algo superior a tus fuerzas, me respondió: "La conciencia, hijo, escuchala y actúa siguiendo lo que te dicte y no digas nada". Las palabras traicionan, los hechos nunca mienten.
http://www.elmundo.es/encuentros/invitados/2007/05/2537/
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